Mi confrontación con la docencia
Ahora que estoy frente a grupo, me pongo a pensar que no es lo mismo tener o dotarse de las teorías únicamente, sino la teoría viene a complementar la actividad académica en el aula, en la práctica docente pienso que se va modificando y haciendo ajustes acorde a las necesidades del grupo, porque los grupos tampoco pueden ser homogéneos. Un alumno es un mundo, por lo que en el aula también encontramos alumnos con diversas capacidades por lo que es importante que tengamos en cuenta y observemos a cada uno de ellos, por eso es una doble responsabilidad hacia ellos, ser facilitador en alguna asignatura; también asesor, tutor, su confidente; buscan muchas veces el refugio en los docentes para orientarlos ya sea emocional, moral, socialmente e incluso hasta nos volvemos psicólogos personales de los jóvenes. Me gusta ser un apoyo para ellos, y sobre todo cuando me buscan para orientarlos en alguna situación que se encuentran, eso me da satisfacción poder comprenderlos y tratar de dar posibles soluciones.
Por ende, ser profesor de la EMS y en la etapa que nosotros los adultos percibimos como la etapa de la rebeldía; creo que en esta etapa debemos explotar esta energía que tienen para proyectarlos en adquirir conocimientos que le permitan construir su proyecto de vida y que les sean útiles a lo largo de la vida. Los adolescentes tienen muchas inquietudes de conocer cosas nuevas por eso debemos buscar actividades que sea de interés para ellos y lo realicen con gusto.
Cuando veo que muchos alumnos se sienten a gusto y motivados a realizar tareas sin necesidad de dar mayor referencia de lo que se quiere, buscan estrategias y creatividad en cada uno de sus trabajos, esos resultados son los que me satisfacen y en otros casos cuando los jóvenes tienen alguno problema emocional, familiar, económico de otra índole, se ha observado que su rendimiento académico no es lo mismo. Esto sucede cuando los jóvenes no tienen la confianza de comentar sus problemas, eso me entristece; pero he puesto un poco mas de atención a aquellos que van atrasados o se aíslan de sus compañeros. Claro esta no son muchos alumnos que están en esta situación. Debido a que estamos en una zona que aun no existe mucha rebeldía, creo que todavía tenemos estudiantes muy nobles y sinceros.
Día a día nos enfrentamos a diversas acciones que nos llevan a mejorar la profesionalización mediante el ensayo-error; porque en la universidad no nos enseñan a enseñar, sólo se adquieren conocimientos, pero no la habilidad en el campo laboral; es a través del tiempo que se va adquiriendo experiencia, el dominio de los contenidos programáticos y las estrategias para favorecer el aprendizaje de los estudiantes. Todo este cúmulo de conocimientos y estrategias pedagógicas que se realizan y dan resultados nos vamos apropiando de ellos para mejorar la calidad de la enseñanza-aprendizaje mediante una actitud y aptitud de tolerancia, comprensión, reflexión; no se trata de transmitir conocimientos sino valorar y evaluar las habilidades que el joven va adquiriendo durante su bachillerato.
Sin embargo, actualmente nos enfrentamos al reto de una formación de todos los que nos involucramos en el proceso educativo debemos asumir la responsabilidad de mejorar la planeación de clases, estrategias didácticas, el uso de la tecnología, la comunicación, las relaciones interpersonales y el trabajo en equipo; para esto el docente debe dominar diversas habilidades y las competencias adecuadas a estas necesidades que exige la misma sociedad actual y lograr el perfil del egresado.
Revalorar la actividad académica que realizo día con día es vital para desarrollar nuevas modalidades de enseñanza y romper de viejos paradigmas que entorpecen y obstaculizan el camino del aprendizaje; no podemos impartir la misma clase cada ciclo escolar; porque esto sería aburrido tanto para nosotros y para ellos, los alumnos esperan acciones novedosas que los haga disfrutar lo que realizan y no un sacrificio.
Como todo grupo existen siempre algunas diferencias: algunos son muy rápidos para captar la información que se les da, pero otros son lentos o no les gusta la asignatura; algunos otros solo están esperando que en todo se les ayude para lograr una calificación, entre todas estas actitudes cada día nos fortalece para cambiar nuestra actitud hacia ellos y preocuparnos a cambiar nuestra forma de enseñar, motivándolos y que se interesen por lo que hacen.
Sara Cortés
Hola Sara
ResponderEliminarSu escrito me recuerda que por fortuna pertenecemos a un grupo privilegiado de profesionistas cuya labor nunca es rutinaria y ello debemos agradecerselo a nuestros estudiantes que hacen de nuestro día a día una nueva experiencia.
Saludos
El identificarse con los alumnos es primordial, siempre conservando la distancia alumno docente, contemplando que en un grupo siempre hay diferencia de pensamientos y pareceres entre alumnos, ademas de ser la etapa de rebeldía mas grande que existe en el alumno (adolescencia), y como dices debemos encaminarlos a realizar un buen proyecto de vida. Tienes razón cuando dices que la visión y actitud del alumno de una asignatura es diferente en cada alumno y el docente esta para mediar y encaminar al alumno hacia un buen futuro.
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